Escrit el 06/05/2024, 12:55 per Ivo Recoder Moreno
Recuerdo perfectamente el día, hace ahora 15 años, en que mi abuelo,
quién entonces no era para mi si no una suerte de patriarca al que se
debía reverencia y cierta veneración, se presentó en mi casa para
pedirme ayuda con su flamante ordenador portátil. Tal día me hizo una
oferta: me daría 20.-€ cada vez que acudiese a su casa a instruirle en
el uso de ese trasto del demonio. Siendo yo un chaval de 16 años sin
mucho oficio ni beneficio y con una asignación semanal bastante
exigua, acepté de buen grado. Fue aquella, sin duda, la mejor decisión
que he tomado y tomaré en toda mi vida...
Quisiera lanzar un verso tan alto,
que, al rozar el firmamento, sintieras su tacto,
cálido y suave;
y que, con tu verbo de hombre sabio,
que supo y que sabe, desdeñaras el agravio
de una muerte inevitable.
Quisiera cantar tan fuerte
que al oído al que le prestas tu tímpano celeste,
llegaran mi lamento, mis gracias,
mis compases y mi suerte;
y que a la paz del que quiso ser, y en efecto, ha sido,
se le sume la alegría de saber que no le olvido....